En el mundo digital en el que vivimos, la seguridad de nuestros dispositivos y archivos es de suma importancia. Sin embargo, ¿alguna vez has pensado en la posibilidad de que las inocentes fotografías que capturamos puedan ocultar un peligroso secreto?
En este artículo, hablaremos sobre el malware en fotos, comprendiendo su funcionamiento, detección y prevención.
¿Qué es un malware y cuál es su objetivo?
El malware, abreviatura de software malicioso, es un tipo de software diseñado con el propósito de dañar, infiltrarse o tomar el control de un sistema de manera clandestina.
Sus objetivos pueden variar desde robar información personal hasta interrumpir el funcionamiento normal de un dispositivo. Para ver ejemplos, te recomendamos entrar a nuestro artículo sobre los tipos de malware más conocidos.
La clave está en la esteganografía según los expertos
Una de las técnicas más utilizadas por los ciberdelincuentes para ocultar malware en fotos es la esteganografía.
La esteganografía, según la Ley de Protección de datos, es el arte de ocultar información dentro de otros archivos, como imágenes, de manera que pase desapercibida para el ojo humano y los sistemas de seguridad convencionales.
Los expertos en seguridad digital advierten que los archivos de imagen, como JPEG o PNG, son especialmente susceptibles a este tipo de técnicas debido a su naturaleza binaria, que permite incrustar datos adicionales sin afectar la calidad visual de la imagen.
¿Cómo se oculta malware en las fotos?
La respuesta, como hemos visto, está en la esteganografía. Al utilizarla, los ciberdelincuentes pueden insertar código malicioso en los bits menos significativos de una imagen, modificando los píxeles de manera casi indetectable.
Es importante tener en cuenta que hablamos de alteraciones sutiles, que no infectan directamente al abrir la imagen, sino que requieren acciones adicionales para activarse.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando abrimos una imagen modificada con intenciones maliciosas? Aunque suene aterrador, la realidad es que no es tan sencillo como parece.
La mayoría de los formatos de imagen, al ser alterados, pierden su integridad y no se muestran correctamente. Esta discrepancia suele ser una señal de advertencia para el usuario.
En las redes sociales, donde las imágenes son compartidas y comprimidas constantemente, es aún más difícil que un archivo infectado se propague.
Sin embargo, existe una posibilidad teórica de que una imagen pueda ejecutar código malicioso, aprovechando vulnerabilidades específicas en el software de visualización de imágenes.
Este escenario, aunque poco probable, podría darse si se utilizara una técnica como IMAJS (IMAge+JavaScript), que combina una imagen con código JavaScript para ejecutar comandos maliciosos al cargarla en un navegador.
¿Cómo detectar malware en fotos?
Detectar este tipo de intrusos no siempre es una tarea sencilla, incluso con herramientas avanzadas como el software de análisis EXIF y el Visor de metadatos de imagen de Jeffrey.
Aquí es donde entra en juego la experiencia y los conocimientos técnicos necesarios para desentrañar los entresijos de los metadatos.
Un ejemplo revelador de este tipo de amenaza se puede encontrar en un simple meme JPEG. Al examinarlo con una herramienta EXIF, podríamos descubrir una longitud incorrecta para su perfil ICC, lo cual es una señal clara de manipulación.
Es en este espacio donde el código malicioso, como JavaScript cifrado, puede esconderse, listo para comprometer nuestros sistemas al abrir la imagen desde una fuente no confiable, como un correo electrónico desconocido o una aplicación web sospechosa.
Cómo evitar el malware en fotos
Prevenir la infección por malware en fotos es fundamental para proteger la seguridad de tus dispositivos y datos personales. Aquí hay algunas prácticas recomendadas:
- Descarga imágenes solo de fuentes confiables y verificadas.
- Utiliza alguno de los mejores antivirus del mercado.
- Evita hacer clic en enlaces o descargar archivos adjuntos de correos electrónicos o mensajes sospechosos.
- Mantén actualizados tus sistemas operativos y aplicaciones para mitigar vulnerabilidades conocidas.
Conclusiones
El malware en fotos representa una amenaza real en el mundo digital actual. Mediante técnicas como la esteganografía, los ciberdelincuentes pueden ocultar software malicioso en imágenes aparentemente inofensivas, comprometiendo la seguridad de los desprevenidos.
Sin embargo, con un enfoque proactivo en la seguridad digital y la educación sobre las prácticas seguras en Internet, podemos reducir significativamente el riesgo de infección por malware en fotos y proteger nuestros dispositivos y datos personales.