El robo de identidad no es solo cosa de adultos. Los niños también pueden ser víctimas, y lo peor es que a menudo no nos damos cuenta hasta que es demasiado tarde. En 2022, en Estados Unidos, casi un millón de menores sufrieron este problema, costando a las familias un promedio de 1.128 dólares por caso. En total, ¡mil millones de dólares al año! En este artículo vamos a ver específicamente cómo proteger a los menores de este peligro.
¿Cómo actuar ante el robo de identidad infantil?
- Concienciarles de ser prudentes en redes sociales y no compartir información sensible.
- Educar sobre los peligros que existen en Internet.
- Ignorar «avisos» del bando con reclamos de información sobre claves.
¿Por qué se produce el robo de identidad infantil?
Los niños son objetivos atractivos para los estafadores porque, a diferencia de los adultos, no tienen historial crediticio negativo. Esto les facilita a los delincuentes usar su información para abrir cuentas bancarias, solicitar tarjetas de crédito, o incluso obtener beneficios sociales.
Lo preocupante es que los niños rara vez revisan su situación bancaria, lo que permite que estas actividades fraudulentas pasen inadvertidas durante mucho tiempo.
¿Cómo empieza el robo de identidad infantil?
Los métodos que usan los ciberdelincuentes para obtener datos personales de niños no son muy distintos de los empleados para adultos. Estos datos, una vez recopilados, a menudo terminan en los rincones oscuros de la dark web, donde se venden a estafadores. Veamos cómo consiguen esta información:
- Phishing: A través de correos electrónicos, redes sociales o mensajes de texto, los niños son engañados para hacer clic en enlaces maliciosos. Estos enlaces pueden instalar software malicioso que roba información o convencer a los niños para que entreguen sus datos personales, a menudo con la promesa de premios ficticios.
- Violaciones de datos: En el último año, alrededor de 7 millones de niños en EE. UU. vieron comprometida su información personal debido a brechas de seguridad en terceros.
- Adquisición de cuentas: Los juegos de Internet, las redes sociales y las plataformas educativas son minas de oro de información personal. Estas cuentas pueden ser vulneradas mediante técnicas de phishing, ataques de fuerza bruta para descifrar contraseñas y otros métodos.
- Sobreexposición en redes sociales: A veces, los padres comparten demasiada información personal de sus hijos en redes sociales. Detalles como fechas de nacimiento o información escolar pueden ser utilizados en estafas más elaboradas.
- Fraude familiar: Sorprendentemente, en muchos casos de fraude de identidad infantil, el culpable es un miembro de la familia. El acceso fácil a documentos personales y la confianza depositada en ellos hace que este tipo de fraude sea difícil de detectar.
- Robo físico: Aunque parezca anticuado, el robo de documentos importantes directamente del correo o de la basura sigue siendo una táctica común.
¿Cómo actuar ante el robo de identidad infantil?
Hay una serie de estrategias efectivas para proteger a los niños del robo de identidad, y es fundamental implementarlas para asegurar su seguridad en Internet y fuera.
- Prudencia en redes sociales: Es clave limitar la cantidad de información personal sobre los niños que se comparte en redes sociales. Esto incluye evitar publicar detalles que puedan ser utilizados por los delincuentes.
- Vigilancia de cuentas: Es importante revisar regularmente las cuentas de los niños, como las bancarias o de teléfono, en busca de cualquier actividad sospechosa o inusual.
- Mantener la seguridad digital: Asegúrate de que todos los dispositivos electrónicos en casa estén actualizados con las últimas versiones de software y protegidos con programas antimalware.
- Educación sobre seguridad en Internet: Es fundamental enseñar a los niños sobre los riesgos de compartir demasiada información en Internet, incluyendo los peligros del phishing y el robo de identidad.
- Limitar cuentas y servicios online: Es aconsejable restringir el número de cuentas y servicios online a los que los niños tienen acceso. Idealmente, los padres deben ser los que registren sus datos en estos servicios.
- Identificación de señales de alerta: Además de estas medidas preventivas, es crucial estar atento a señales que puedan indicar un robo de identidad:
- Recibo de facturas o estados de cuenta inesperados a nombre del niño.
- Rechazo de solicitudes de cuentas bancarias por un historial crediticio negativo.
- Llamadas de agencias de cobro dirigidas al menor.
Acciones en caso de robo de identidad: Si se confirma un robo de identidad, es vital actuar rápidamente:
- Denunciar el incidente a la policía.
- Contactar a las entidades donde se haya utilizado la información del menor para abrir cuentas fraudulentas, solicitando su cierre y una confirmación escrita de que el niño no es responsable.
Conclusiones
La protección de la identidad de los niños en el mundo digital es una responsabilidad crucial y continua. Con el aumento de los ciberdelitos, especialmente el robo de identidad infantil, es esencial adoptar una postura proactiva. Esto implica no solo implementar medidas de seguridad como la vigilancia de cuentas y la prudencia en las redes sociales, sino también educar a los niños sobre los riesgos asociados con el uso de internet. Al estar atentos a las señales de alerta y saber cómo actuar en caso de un incidente, los padres pueden desempeñar un papel vital en la salvaguarda de la seguridad digital de sus hijos.
